Que patuda el nombre que le puse a esta receta, pero en verdad es la mejor receta de sopaipillas que he preparado... ¡las cosas como son! jajajaja.
Nada como unas ricas sopaipillas en pleno invierno y día de lluvia. Con lo poco que llueve en Santiago, apenas llueve mi cuerpo automáticamente me pide comerlas!!! ¡Y son tan fáciles de preparar que realmente no hay excusas!
A mi me gustan gorditas y con harto relleno, a otras personas les gustan más flacas e infladas, pero la verdad es que no importa como las prepares, siempre son maravillosas. Con pebre, pasadas con chancaca, con palta, ¡uff son realmente un manjar!
¿Por qué son las mejores sopaipillas?
1. Son fáciles de preparar.
2. No hay tiempo de leudado.
3. No tienes ni que amasar ¡y quedan espectaculares!
¡Revisa la receta más abajo!
