Hice este queque para comer en mi casa y se acabó en un segundo, no hubo tiempo para fotos ni nada jajaja. Me gustó tanto que lo hice de nuevo para poder subirlo.
Los quequitos son mi debilidad y este en particular me encantó porque queda esponjoso, bien húmedo y con un sabor a limón suave, ¡MUY RICO!
¿Qué tipo de molde es mejor usar?
En esta ocasión, decidí probar haciendo un queque grande y varios más pequeños. Utilicé la misma receta pero ajusté los tiempos de cocción.
Los queques pequeños los horneé durante 20 minutos y resultaron con una miga más densa y un poco más húmedos. El queque grande lo cociné durante 1 hora y quedó bien esponjoso.
Puedes usar cualquier molde que tengas a mano. Para verificar si está listo antes de retirarlo del horno, pincha el queque con un palito de madera. Si el palito sale casi seco, el queque está listo. Evita cocinarlo en exceso, porque si no podría quedar demasiado seco.
Para que sea aún más húmedo
Una vez que el quequito haya salido del horno, déjalo reposar durante 10 minutos antes de desmoldarlo. Cuando esté completamente frío, vierte el glaseado de limón por encima y deja que se absorba un poco.
El resultado será un queque extra húmedo y delicioso. ¡Espero que te guste tanto como a mí!