Tengo un árbol lleno de limones y esa es la excusa perfecta para preparar un pie de limón, pero le hice algunos cambios a la clásica receta y el resultado ¡me encantó!
Lo especial es su relleno, que gracias al queso crema queda extra cremoso. Además, lleva una base de galleta, así que ¡no necesita horno!
Puedes hacerlos en formato individual o en una fuente, y es tan fácil que, si partes ahora, en 45 minutos tendrás listo un postre que ¡te aseguro que todos amarán!